Habiendo nacido en Madrid con padre sueco y madre cubano-española, he crecido en un entorno muy diverso en educación y valores. Tras pasar mi infancia estudiando en España, finalicé mi educación secundaria en Estados Unidos, donde ahora estudio la carrera de Neurociencia y Pre-medicina en la universidad de Nueva York.

He estado involucrada en la Fundación Canis Majoris desde sus inicios, participando en los campamentos de terapia asistida con animales junto a Mía y Mapa, y en particular, colaborando con el Doctor Raúl Alelú Paz en el laboratorio de neurociencia de la Fundación durante mis vacaciones de verano.

Es un honor para mí formar parte del patronato de una organización como la Fundación Canis Majoris, que no sólo tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de personas con diversidad funcional, sino que además se dirige a este objetivo desde distintos ángulos convergentes bajo el nombre de una sola organización. Son pocas las fundaciones que han logrado tanto en tan poco tiempo.