Nací en La Habana, Cuba, en 1949 y a los 14 años conocí la dura realidad del exilio, que ha tenido una gran influencia en mi vida. He vivido en España, pero también largos periodos en Estados Unidos y en Bélgica. En la actualidad vivo en Suiza.

Desde mis primeros estudios he estado muy interesada por los problemas sociales y por el mundo de la Literatura, entendida ésta última no como forma de evasión, si no como un acercamiento preciso a la realidad y a sus problemas. Todo ello configura la vida que a veces no es justa para todos, pero que tiene momentos de grandes satisfacciones.

Por ello, hago caso a un bello poema de Pierre de Ronsard, Poeta francés (1524 – 1585), en el que viene a decir que no hay que esperar a un mañana, más o menos lejano, para recoger las rosas que a veces nos entrega la vida…

Cuando mi hijo Gonzalo (Presidente de la Fundación Canis Majoris) me habló de su proyecto, no dudé en aportar mi ayuda y poder contribuir, aunque sea con un grano de arena, a hacer factible las ilusiones de personas tan válidas como las que año tras año solicitan apoyo para sus proyectos universitarios.

Para mí ha sido un gran honor que la Universidad de Alcalá me haya distinguido con la Medalla de Plata de su ilustre institución.