¿Es tu perro reactivo? Algunas pautas y consejos

¿Quieres saber por que tu perro es reactivo a otros animales o personas? En el siguiente texto te decimos alguna pautas y consejos para este problema que cada vez afecta a más perros.

En el mundo de la educación canina actual, usamos la terminología “reactividad canina” para describir a un perro que tiene una reacción exagerada a un cierto estímulo, pero no significa que sean agresivos. Esto ha ayudado mucho a quitar a algunos perros la etiqueta de agresivo y a muchos humanos a entender mejor cómo se sienten los perros ante ciertas situaciones que les superan y podamos ayudarles un poco en ello.

Algunas muestras de reacciones exageradas a estos estímulos pueden ser ladrar mucho, gruñir en exceso, lanzarse desbocadamente hacia otro perro, aunque esté lejos… solemos distinguir entre perros que muestran reactividad con correa y perros que muestran reactividad sueltos. Por lo general nos referimos a un perro reactivo cuando el estímulo es otro perro, pero pueden ser también personas u otros animales. Muchos perros que muestran reactividad con la correa, cuando están sueltos no muestran absolutamente ningún problema.

¿Por qué muestran estos signos de reactividad con la correa? Puede haber motivos diferentes en cada caso. Muchas veces esto pasa cuando hemos adoptado un cachorro que no ha sido socializado de manera adecuada o en su etapa de socialización no le han enseñado a pasear con correa, a veces porque tienen una excitación excesiva, porque desean saludar y no pueden con la correa… En otros casos, aunque le hayan enseñado, un inadecuado manejo de la correa puede ocasionar reacciones reactivas en nuestro perro. Puede ser por transmitir tensión en la correa en presencia de otros perros, puede ser por castigar dando un tirón en presencia de otros perros, otras veces porque el perro quiere saludar al otro perro y no le dejamos acercarse… cada caso requiere de un tratamiento diferente.

Hacer un buen manejo de la correa es vital para evitar este tipo de conductas. Eso sí, una vez tengan adaptadas esas conductas, el problema de la reactividad en los perros es difícil de solucionar al 100%. Pero con una serie de ejercicios se puede mejorar mucho.

Algunos de los mejores educadores caninos expertos en el tema utilizan la analogía de la “inundación”. Que el perro llegue a un momento de inundación es lo que nosotros tenemos que intentar evitar, puesto que una vez “inundado” se ahogaría. En el momento que el perro presta mucha atención y va directo al detonante (por ejemplo, otro perro) tenemos pocas bazas para evitar que tenga un momento de reactividad.

Por eso es muy importante conocer las señales corporales que nos está mostrando (se inclina hacia delante, boca cerrada, cola alta y en tensión, cara rígida…etc.) y saber anticiparnos antes de llegar a la zona de inundación. Esto es necesario tenerlo en cuenta ya que es importante a la hora de no frustrarnos y evitar llegar a unos niveles de estrés y ansiedad altos en nuestro perro.

¿Qué técnicas básicas podemos utilizar? Es importante recordar que si tenemos un problema grave de reactividad en nuestro perro consultéis con un especialista. Aunque aquí expongamos resumida y superficialmente el tema, cada caso requiere un análisis particular.

Para empezar, deberemos utilizar una correa larga y que evite la tensión. Esto no va a hacer que automáticamente nuestro perro deje de tener reactividad en ciertos momentos, pero nos va a ayudar a que no sienta tensión precedente a un momento de reactividad. Una correa corta va a transmitir tensión a su cuerpo de manera casi constante, al igual que una “flexi” que necesita cierta tensión para funcionar bien. Los perros son animales muy sensitivos a nivel cinestésico y esa tensión les puede conducir a aumentar sus niveles de adrenalina y cortisol. Hay que incidir en esto y aprender a manejar bien una correa y que preferentemente no sea corta.

Algunos ejercicios básicos (a utilizar anticipándonos antes de la zona de inundación). Hay que resaltar que la reactividad hay que entrenarla durante mucho tiempo para conseguir resultados y no ir hacia atrás. Siempre entrenar a una distancia considerable que pueda el perro ver al detonante, pero no activarle demasiado y practicar los ejercicios. Después iremos reduciendo la distancia.  IMPORTANTE: en los paseos siempre llevar premios olorosos y que les gusten mucho al perro o algún juguete que les guste.

Barra abierta: el perro recibirá comida en presencia de otro perro. Así estamos rebajando su nivel de ansiedad (frustración, miedo) en presencia de otros perros. Este ejercicio sienta las bases para poder trabajar el redireccionamiento de atención hacia el propietario.

Mírame: es muy útil y sencillo. Habremos de haberlo practicado antes para que nuestro perro lo tenga interiorizado.

Utilizar algún truco: el “toca” (target de mano), el saludo… son habilidades que nos van a ayudar mucho como técnica de distracción y cambio de foco. Puedes aprender algunos trucos de cómo aprenden los perros y enseñarles trucos aquí.

Busca: también lo podemos utilizar para cambiar el foco de atención.

Date la vuelta y vete: ejercicio muy útil, pero se tiene que practicar para poder realizarlo de manera rápida y captar su atención rápido. Útil cuando nos topamos con otro perro inesperadamente por la calle. Realizarlo cuando ya está tirando de nosotros no es fácil. Por eso mejor, practicarlo previamente en entorno relajado.

El tener una “llamada excelente”. Ejercicio básico no sólo para la reactividad sino para la educación en general de nuestro perro.

Si tienes un perro reactivo y que te da muchos problemas es importante que pidas ayuda a un profesional.

 

¡¡¡SALUDOS PERRUNOS!!!

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *